Relatos del Taller Madre Tierra

”Diferente, mi sangre me hablaba mejor hoy, florecer la magia del ser, aire, agua, fuego, tierra, sangre sagrada, más limpia, me gustó mucho, cree esta flor nativa que conocí este verano, estrellará, me enamoré, mariposas, bosque prístino y puro, sagrado, mi compañero la asoció conmigo, alquimia de nuestro ser.

Desconectada, el canto me atrajo, vida, libertad, visualizo lo que quiero y lo que me pasa, pinté con el dedo, grupo de mujeres alrededor de un fuego, un árbol, acompañada de energía femenina, es bonito verlo expresado, ausentado en las raíces. Lo importante que ha sido reunirse, sangrado como semilla, femeniedad reconocida en mí otra vez, soy semilla ligada a la tierra, tierra fértil.

Cansada, manchas, cuando terminé lo observe y me gustó, sin principio sin final, energía que he podido conectar, es un constante flujo, es real, todo está pasando en este momento, sale del límite, explota, brota como ella quiere, esta agua encontró su propio camino, orgánico.

Fantástico, me deje llevar, conexión, llegar a una sola matriz, todo conectado, unidos siempre, jugar soplar fluir, disfruté mucho. Muy agradable, me conecté con mi sangre, me fui a mi interior, círculo, limpiar, reconocer, fluir, espacio interior de creación, protegida, equilibrio, fuerza, soy vida y fluyó en plenitud, sensación de estar completa.”

Imagen y relato grupal del Taller Madre Tierra.