Hannelore Grosser

Mujer medicina, artista visual, arteterapeuta clínica, maestra de reiki, practicante chamánica y terapeuta menstrual. Realiza sus estudios de Licenciatura en Artes plásticas m/Grabado en la Universidad de Concepción con beca deportiva, luego cursa Magister en Filosofía estudiando la obra de arte según Heidegger. Posteriormente, ingresa al Postítulo de Especialización en Terapias de Artes m/Arte terapia en la Universidad de Chile. Su experiencia  la lleva a profundizar en el área clínica: salud mental, rehabilitación infantojuvenil e inclusión. Actualmente, dicta cursos y talleres, facilita ceremonias espirituales, realiza acompañamientos grupales e individuales con la finalidad de reconectar, sanar y propiciar la transformación de los seres humanos a través de la medicina del arte.

Después de muchos años, intenta articular la espiritualidad femenina, la conexión con la naturaleza, el viaje chamánico, la medicina ancestral y las artes. Entendiendo que eran todas aristas de un mismo proyecto personal. Hoy trabaja para llevar su experiencia y práctica artística a otros espacios utilizando el performance, le interesa que las personas exploren y conquisten sus mundos internos a través de la imaginación, lo expresión, el ritual, el diálogo, el canto, la danza, lo ancestral y el trance con la finalidad de traer de vuelta el equilibrio de la comunidad, la sanación y el bienestar al territorio que habita.

Por qué utilizo el arte para sanar a otros?

Porque el arte da voz a nuestra alma, porque el arte crea una identidad única y válida para cada uno de nosotros, porque el arte nos permite aliviar y expresar nuestro sentir, porque el arte moviliza y transforma, porque el arte es un camino espiritual, porque el arte es un puente entre lo visible y lo intangible, porque el arte es un lenguaje infinitamente profundo y sanador, porque el arte es juego y espontaneidad, porque el arte es traer un sueño o idea al plano real y concreto, porque el arte es para todos y está aquí en tu presente disponible siempre, porque el arte unifica y alinea todos los planos del ser humano, porque el arte puede ser feo y también bello, porque el arte me permite ser, porque el arte es poder y magia, porque el arte es fluir libremente en un viaje interior que abro y comparto con quien lo contemple…